María Casares por Gandarias, en A Coruña

Sofía Gandarias ha reconstruido una historia, historias, o más bien una Historia dentro de la Historia, la de María Casares y Camus, ,  donde se entremezclan el amor, la pasión, la tragedia, la soledad, la violencia, en el tiempo que pasa…   Sami Nair

María Casares por Gandarias, en ‘A Coruña’

El Ayuntamiento de A Coruña inaugurará en el espacio cultural Ágora (R/ Lugar da Gramela, 17 | 15010 A Coruña) el próximo 9 de noviembre (12:30 horas) la serie ‘El Espectador’ que la pintora vasca Sofía Gandariasquien fuera Patrona de la Fundación Yehudi Menuhin España, dedicó a María Casares  y Albert Camus. ‘El Espectador’ se compone de cuatro cuadros.

La actriz coruñesa María Casares era hija de Santiago Casares Quiroga,  presidente del Gobierno de España en julio de 1936, en el momento de la sublevación militar.

La Guerra Civil convirtió a María Casares en una exiliada con 14 años. “Mi patria es el teatro y mi país de origen, la España refugiada”, diría.  En Francia,  la ‘residente privilegiada’ (título de su  tarjeta de residente  y de sus memorias), dominó  la lengua y entró en el  Conservatoire.  Exiliada, huérfana y sola en la veintena,   consiguió convertirse en la gran dama  del teatro francés en la Comédie Française,  además de triunfar en el cine.

Hay dos personas en la vida que me educaron profundamente: mi padre y Albert Camus”,  decía María Casares. Camus una figura esencial de las letras francesas  de la literatura europea del siglo XX.

Ambos se conocieron  en marzo de 1944 y el ‘couple hispanique’ vivió un romance apasionado.  La hija del escritor, Catherine Camus, ha publicado su  correspondencia.  “Gracias a los dos, sus cartas hacen que la tierra sea más vasta, el espacio más luminoso, el aire más ligero, simplemente porque han existido”, escribe en el prólogo. En las 856 misivas hay amor, pasión, complicidad y erotismo.  La muerte de Camus en enero de 1960 supuso un mazazo para Casares.

Después, asumió el desafío de hacer teatro en su lengua materna en Argentina. Para la España exiliada, la actriz era mucho más que un símbolo. Bajo la dirección de Margarita Xirgu representó Yerma en Buenos Aires. En 1976 regresó a España con la obra El adefesio, de Rafael Alberti. María deslumbró, pero el montaje no acabó de ganarse el favor del público.  Enferma, suspendió la gira. Un final amargo para el esperado regreso

Se sucedieron los homenajes y condecoraciones: el Premio Molière, la Legión de Honor, en Francia. En España, aunque tardío, el reconocimiento llegó con la Medalla al Mérito de Bellas Artes y la Medalla Castelao en 1988. En 1996, la actriz aceptó que los premios de teatro en Galicia llevaran su nombre, pero no pudo asistir a la primera edición.

Sobre Sofía Gandarias

Sofía Gandarias (Patrona de nuestra Fundación), dedicó su vida a la pintura  desde su compromiso personal , plasmó a lo largo de su carrera a figuras como Primo Levi, Albert Camus, Jorge Semprún, María Casares, Augusto Roa Bastos, Carlos Fuentes o José Saramago, obras que, como dijo este último, eran “mucho más que retratos“, eran “las luces y las sombras de su mundo interior”. Sofía retrató la historia reciente a través de interpretaciones pictóricas de la obra de grandes escritores y pensadores que lucharon contra la guerra y la violencia y llevó su estilo, entre el neoexpresionismo y el simbolismo-surrealismo, a numerosas galerías europeas. Recibió a lo largo de su extensa trayectoria diferentes menciones, como la Orden de Caballero de las Letras y las Artes francesas y  la Medalla de Honor de la Legión Francesa.

Compartir

facebooktwitterlinkedingoogle+

SOFÍA GANDARIAS