Iglesia Montserrat de Roma acoge el “Gernika” de Gandarias, un grito de paz
AGENCIA EFE
El palacio que alberga la Iglesia de Santa María Montserrat de los Españoles en Roma acoge desde el 23 de enero la exposición “Gernika” de la artista vasca Sofía Gandarias, una impactante representación del bombardeo de esa ciudad en 1937 y un grito por la paz.
Integrada por un enorme tríptico que representa la destrucción de Guernica y por cinco bocetos o trabajos preparatorios, la obra pintada por Gandarias (1951-2016) en 1998-1999 es “sobre todo un mensaje universal a favor de la paz y en contra de la guerra”, dijo el expresidente de Parlamento español Enrique Barón, viudo de la artista y responsable de su legado, en el acto de presentación.
Con sus siete metros de lago por dos de alto, un tamaño casi similar al “Guernica” de Picasso, la pintora guerniquesa aborda la misma temática que el malagueño pero con una gama de colores muy distinta, protagonizada por el rojo y el negro para simbolizar la sangre y la destrucción.
El tríptico describe el bombardeo de Guernica por la Legión Cóndor alemana y la aviación legionaria italiana el 26 de abril de 1937, “un lunes, día de mercado, por lo que estaba muy concurrido”, señala Barón en la inauguración de la muestra.
El primer cuerpo muestra a una mujer embarazada, “el grito de la muerte”, la Iglesia de San Juan de Guernica con la hora del bombardeo, que se incendió y quedó en pie, aunque destrozada, y debajo los fetos no nacidos.
Completa la escena la octavilla que lanzó el general Mola sobre Bilbao y Guernica, un “último aviso” amenazando con la destrucción total si no se rendían.
En el cuerpo central, una cruz negra y roja, los aviones bombardeando y una nube roja con la frase “y del cielo llovía sangre”, tomada del artículo que escribió en su momento el corresponsal del “Times” de Londres, testigo del ataque, y que se sitúa sobre un poema de León Felipe traducido al euskera.
Mujeres de luto representando a las víctimas, niños ensangrentados y caras grises forman el tercer cuerpo, y completan la muestra los cinco grandes bocetos con enormes cruces ensangrentadas, la paloma, también ensangrentada, y las manos blancas de la rendición.
“Guernika es el símbolo viviente del horror de la Guerra Civil española y el preludio de la tragedia que pronto golpearía al resto de Europa y del mundo”, afirmó en la inauguración la embajadora española ante el Vaticano, Carmen de la Peña Corcuera.
“Esperamos que esta muestra se convierta en una llamada a la conciencia y un símbolo de lo que ni queremos que se repita”, agregó.
Para la comisaria de la muestra, Monica Baldi, “Gernika” es un proyecto cultural “de una gran fuerza emotiva, que estimula una profunda reflexión sobre la paz y los valores”.
La exposición, propiedad de la Fundación Museo de la Paz de Guernica tras su donación en 1999, podrá visitarse gratuitamente hasta el 3 de marzo en este palacio perteneciente a la Obra Pía Española, adonde ha llegado directamente desde la basílica florentina de San Miniato del Monte tras dos meses de exhibición.
Antes, en los meses de mayo y junio de 2018, pudo ser visitada en la abadía benedictina de Santo Domingo de Silos (Burgos, España), como primera etapa de su vocación itinerante. EFE
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